- “José Arce Bodega”.

- ¿Cómo?

- JOSÉ, AR-CE, BO-DE-GA. Sí, sí, como suena. José, Arce (como el árbol) y bodega (de vino).

 

No es infrecuente iniciar así la conversación con aquellos que se interesan por nuestro colegio. Y no sólo con quienes llaman desde Barcelona, Madrid o Valencia. También con quienes lo hacen desde Potes, Laredo, Torrelavega o cualquier barrio de Santander.

 

Ya sé que mi nombre y mis apellidos aunque claros y contundentes no son tan sonoros y conocidos como Menéndez Pelayo, María Blanchard o Pereda. Creo, por tanto, que éste es motivo suficiente para que me presente.

 

Nací en Bárcena de Cicero el año 1.814. Mi vida y mi vocación, mi trabajo y mis preocupaciones fueron siempre la enseñanza y la formación de los maestros. Y ejercí de maestro en Santander, Santa Cruz de Iguña y Bárcena. Posteriormente, fui nombrado “Visitador de Escuelas” orientando y asesorando a 381escuelas de los municipios de Reinosa, Potes, San Vicente, Torrelavega y Cabuérniga. ¡Hermoso nombre para tan honorable tarea!

 

Mi preocupación por la adecuada formación de los futuros maestros me llevó a elaborar el proyecto y las bases para la creación de la Escuela Normal de Santander (1844), siendo el primer director de la misma.

 

Agradezco al inspector D. Juan Ruiz González, buen conocedor de mis inquietudes y esfuerzos,  que decidiese poner mi nombre a este colegio que el primer año de su andadura (1986) fue C.P. “Marqués de la Hermida” homónimo de la calle en cuyo número 5  se ubica.

 

Marqués de la Hermida y su gemela Castilla son dos largas  calles-carretera  paralelas al puerto pesquero y la principal y, hasta no hace mucho, casi única entrada  a Santander. Estas dos interminables calles y sus transversales, de altos y anodinos edificios, conforman el barrio más poblado de la ciudad. Barrio pegado a una bahía cuyas aguas entrevé en la lámina azul que surcan los barcos de pesca pero que las viejas lonjas no dejan ver desde sus aceras. Barrio al que han ido llegando y en el que se han ido asentando en sucesivas oleadas los vecinos que hoy lo habitan pintándole con los colores y sonidos de varios continentes.

 

Pero un barrio con valores en el presente: la  gran Biblioteca Central, el puerto, el Centro de Salud, servicios sociales y establecimientos comerciales… e importantes proyectos para un futuro que todos deseamos esté muy cercano: un marinero paseo en Marqués de la Hermida, un carril bici que unirá el parque de La Marga con el Centro Botín, una moderna pasarela sobre las vías y un luminoso túnel hasta la alameda Oviedo. Y zonas verdes y parques en los que jueguen y corran los niños y disfruten de la sombra y el ir y venir de los barcos los mayores. Somos presente y creemos en el futuro.